13 oct 2010

PROFUNDIZACION ARISTOTELES: EL MOVIMIENTO/ ESTUDIANTES GIQ

La filosofía primera estudia los primeros principios. Frente al relativismo de Heráclito y de los sofistas, Aristóteles descubre que la ciencia se cimenta en unos principios evidentes e indemostrables, descubiertos por inducción. Estos primeros principios son:

ü No contradicción: es imposible ser y no ser a la vez en el mismo tiempo y bajo el mismo aspecto.

ü Identidad: el ser es y el no ser no es.

ü Tercero excluido: entre el ser y el no ser no cabe término medio.

ü Causalidad: todo lo que se mueve es movido por otro.

ü Finalidad: todo el que obra, obra por un fin.

Estos principios, por ser primeros, no pueden ser demostrados, sino que están en la base de cualquier demostración. Ello, sin embargo, no significa que no sean verdaderos; al contrario, son evidentes. No pueden ser demostrados, pero si mostrados: haciendo ver las incongruencias a que nos abocaría su negación (reducción al absurdo).

Frente al monismo de Parménides, Aristóteles mantuvo que "el ser se dice de muchas maneras". Los eleatas daban al ser un sentido univoco (se decía en un único sentido, por lo que no existe la pluralidad), mientras que Heráclito lo entendía equívocamente (ningún sentido del ser es igual, por eso nada permanece). Según Aristóteles, empero, el ser no es ni unívoco ni equívoco, sino análogo, es decir, se dice de muchas maneras. Así como "sano" se dice de una medicina, de la gimnasia o del color de la cara de diverso modo, a saber, según restablezca la salud, la mantenga o sea signo de ella, pero siempre haciendo referencia a la salud; del mismo modo, "es" se dice de diversa manera de la sustancia y de los accidentes, del acto o de la potencia; pero siempre en referencia al ser. Esto significa que no es lo mismo ser sustancia que accidente, ni estar en potencia es igual que estar en acto, sin embargo, todas estas formas son modos de ser.

A continuación se desarrollan algunos de los conceptos fundamentales de la obra aristotélica que justifican el movimiento (cambio).

1. Aristóteles entiende por sustancia:

a. “lo que está debajo de o bien lo que permanece”. La sustancia es lo que no cambia

b. La sustancia hace referencia a lo individual: Para Aristóteles el hombre o el triángulo como idea no existen. Lo que existe es ese triángulo de madera o esta persona concreta llamada pedro.

En conclusión, La sustancia entonces es lo universal y necesario, aquello que no cambia en el conjunto de los individuos o de los objetos. Por ejemplo, un vaso se compone de cualidades (predicados) sustanciales sin las cuales no sería vaso; por ejemplo sus paredes y el fondo. En cambio el ser de color amarillo, de vidrio o barro son predicados accidentales que, si cambiaran no alterarían la esencia misma del vaso.

2. Según Aristóteles, existen dos tipos de cambio:

El cambio accidental: en el que cambian las cualidades accidentales de una sustancia, pero no la sustancia en sí. Por ejemplo, cuando creces, te cortas el pelo o cambias de amigos, sigues siendo tú, pero con cualidades diferentes. Dentro de este tipo, se pueden distinguir:

ü cambios cuantitativos: consistentes en un aumento o disminución.

ü cambios cualitativos: consistentes en una alteración.

ü cambios letales: consistentes en un cambio de lugar.

El cambio sustancial: la sustancia deja de ser lo que era y se transforma en otra sustancia diferente. Por ejemplo, cuando la leña se quema o un animal muere, la leña y el animal dejan de ser lo que eran.

En todo cambio, se puede distinguir algo que cambia y algo que permanece, porque una mutación en la que nada permaneciese no sería una mutación, sino una aniquilación. Ese "algo" que cambia en el cambio sustancial es lo que Aristóteles llama forma sustancial, que se puede definir como eI principio que Ie hace ser a algo una sustancia determinada (esencia). Así, cuando hablamos de la esencia del caballo no nos referimos a lo que le hace ser veloz o hermoso o negro, sino a lo que le hace ser caballo y no otro animal. Toda sustancia tiene unas operaciones determinadas por su esencia, por ejemplo, es propio de un caballo correr, saltar y relinchar. En Ese sentido, Aristóteles llama también naturaleza a la esencia. Así, cuando decimos "la naturaleza del caballo" o que es fuerte "por naturaleza".

Pero en el cambio sustancial también hay algo que permanece, pues la nueva sustancia no surge de la nada. A eso permanente le llama Aristóteles materia primera. Esta materia subyacente no es nada si no está unida a una forma sustancial que le hace ser, es común a todas las cosas materiales y principio de individuación. Es decir, nada es sin una forma determinada; para que la materia sea, debe estar formalizada (tener una forma); pero gracias a la materia, la forma sustancial que es principio universal, se individualiza, se hace una sustancia concreta. Si te fijas bien, la forma sustancial se asemeja a la Idea platónica, aunque aquella no pertenece a un mundo separado del sensible. También para Aristóteles el molde del muñeco es universal, pero solo existe en cada muñeco de arcilla.

Si ahora analizamos el cambio accidental encontramos que lo que cambia son las cualidades accidentales y permanece inmutable la sustancia. Cuando tú creces, se producen una serie de cambios cuantitativos y cualitativos, pero no dejas de ser tú. En el análisis de este tipo de cambios se pone de manifiesto que en todo ser natural podemos distinguir la sustancia y los accidentes (cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, posición, posesión, acción y pasión) que conforman lo que Aristóteles llama categorías.

La sustancia es lo que es en sí, en cambio, los accidentes son siempre "en otro", es decir, en una sustancia. La blancura no es en sí, sino en una sustancia blanca, por ejemplo, un papel, una camisa o un muñeco de nieve. Las categorías, es decir, la sustancia y los accidentes, son géneros supremos del ser y del pensar. Del ser, porque toda la realidad o es sustancia o es accidente. Del pensar, porque al pensar la realidad, así como al hablar, tenemos que utilizar estas categorías que, de este modo, se convierten en categorías lógicas y gramaticales.

3. La teoría hilemórfica: hilemorfismo

Materia y forma en la filosofía de Aristóteles permanecen siempre en una unidad indisoluble. La materia es la posibilidad de ser mientras que la forma su realización.

ü La materia (hýle) es posibilidad de ser

ü La forma (morfe) es el propio acto de ser

Ya hemos visto que para que una sustancia material llegue a ser, necesita una materia y una forma. Esto significa que materia y forma son causas de la sustancia, es decir, que "influyen real y positivamente en ella haciéndola depender de algún modo de sí". A partir de la experiencia de la acción causal, el entendimiento puede llegar a descubrir el principio de causalidad: "todo lo que llega a ser es por una causa". Pero no solamente intervienen la materia y la forma en la formación de la sustancia, sino también dos causas más: la eficiente y la final.

De esta forma, Aristóteles distinguió cuatro tipos de causas:

a. Causa material: aquello de lo que está hecho algo. En el caso de una escultura de bronce, la causa material seria el bronce.

b. Causa formal: lo que hace que una cosa sea lo que es, la forma sustancial. La forma le hace ser a la escultura una escultura determinada.

c. Causa eficiente: un ente en acto del que proviene el devenir, es decir, el agente origen del movimiento. En nuestro ejemplo: el escultor.

d. Causa final: aquello en cuya dirección se realiza el cambio y que constituye la perfección del ente. En nuestro ejemplo, sería la finalidad que busca el escultor.

4. Movimiento: Potencia y Acto.

Aristóteles observo que la sustancia se comporta respecto a los accidentes de una doble manera:

ü Los accidentes otorgan perfecciones singulares a la sustancia (la blancura hace que la camisa sea blanca). En este sentido, se dice que la sustancia esta en potencia respecto a los accidentes (la camisa esta en potencia de recibir una cualidad: ser blanca, verde, roja, etc.).

ü La sustancia hace ser a los accidentes (ya hemos dicho que la blancura no existe si no se da en un objeto blanco). Sin la sustancia los accidentes no serían nada, es decir, ella los actualiza. En este sentido, los accidentes se encuentran en potencia respecto a la sustancia.

Algo parecido ocurre con la materia y la forma. La primera es pura potencialidad y la segunda la actualiza. La forma da el ser alas cosas, hace que cada cosa sea de una determinada manera.

Aristóteles advirtió que todo en el mundo físico está compuesto por potencia y acto. Sin embargo, en el mundo físico no se da ni la pura potencialidad ni la actualidad pura, todo ente está compuesto por potencia y acto. Todo ser material está continuamente actualizando sus potencialidades, es decir, está en movimiento, porque el movimiento no es otra cosa que el paso de la potencia al acto.

BIBLIOGRAFÍA:

CORAZÓN, Rafael; HAYA, Fernando. 1 Historia de la Filosofía. 2ed, Barcelona, 1999.

VASQUEZ, Mario A. Introducción a la filosofía I: ideas, autores y problemas. 2ed, Bogotá, 1999.

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