1 jun 2009

TALLER FILOSOFÍA CAMILA VELOZA PIII

Actividades

1. Leo detenidamente el siguiente texto, analizo su contenido e identifico las palabras desconocidas. Luego busco su significado en el diccionario y consigno en mi cuaderno. A esto se suma que debo identificar los conceptos claves y darles un significado de acuerdo con lo expuesto a lo largo del texto.

 

El origen del universo

 

¿Cómo podríamos definir el universo? La primera definición que podemos aventurar sería: “El universo es todo lo que existe”. Ahora bien, ese conjunto universal está compuesto por cosas y seres diversos, entrelazados en el espacio y en el tiempo. Y así como la curiosidad nos lleva a preguntarnos cuál es nuestro origen y cuál el origen de los diferentes seres que pueblan el mundo, esa misma curiosidad ha llevado a muchos a preguntarse: ¿De dónde viene el universo? Pues, si todo tiene un origen individual, entonces el conjunto tiene también un origen. En este aparte nos ocuparemos en algunas de las ideas que los filósofos y los científicos han tenido acerca del origen del universo.

 

El demiurgo

Demiurgo es una palabra de origen griego que significa dios creador. Para Platón, quien se ocupó de presentar esta idea, existió desde siempre un demiurgo que, haciendo uso de una materia informe y eterna, creó el universo. En este caso, el demiurgo no creó a materia de la nada; sólo tomó la materia en desorden, y con ella creó todo lo que vemos y sentimos. Del mismo modo que un pastelero para hacer un pastel toma la harina, las frutas y el azúcar, que están dispersas en su cocina, y las junta en proporciones definidas para crear el pastel que desea.

 

El origen del universo sería entonces el resultado de la mezcla de materia que una mente creadora ha imaginado. Nosotros, y todo cuanto existe, en este sentido, seríamos producto de la actividad de un dios.

 

El motor inmóvil

Otra idea acerca del origen del universo habla de la existencia de un “motor inmóvil”. Un motor es aquello que mueve otras cosas; de modo que lo que dio origen al universo es una cosa que produce el movimiento, pero que no se mueve a sí misma. ¿Cómo puede ser esto?

 

Fue Aristóteles quien sostuvo este pensamiento, diciendo que el universo es eterno y que existe una fuerza ordenadora. Para entender esta idea de fuerza ordenadora o motor inmóvil, imaginemos un imán. El imán está quieto, pero su energía magnética provoca el movimiento y la unión de las partículas metálicas que se encuentran a su alrededor, dispersas y en desorden.

 

De un modo parecido, dice Aristóteles, hay un motor que desencadenó el movimiento, la unión o la separación de toda la materia, siempre existente, hasta producir lo que somos. El motor inmóvil es una causa final y una causa final consiste en la tendencia que posee todo ser por llegar hasta su estado final de madurez, a su forma definitiva, del mismo modo que un huevo de mariposa recorre un arduo camino de transformaciones hasta convertirse en una mariposa adulta. La teoría del motor inmóvil fue considerada por la mayor parte de los pensadores de la Edad Media como la más válida para explicar el origen del universo.

 

 

 

 

 

El origen del universo (II)

 

La emanación

Sin embargo, para otro grupo de pensadores de la Edad Media, el origen del universo era otro: aunque creyentes cristianos, sostenían que Dios es la fuente de la que emana el universo, del mismo modo que el agua brota de una fuente natural.

 

Según ellos, el universo está hecho de sustancia divina, que surge de Dios, luego el universo mismo no es sino una de las formas en que Dios se manifiesta.

Esta idea fue considerada como una herejía por las autoridades católicas de la época, ya que concebía a materia como una naturaleza divina, haciendo al universo con- sustancial con Dios, es decir con la misma sustancia de Dios.

 

Creación ex nihilo

 

Para el catolicismo oficial, la corriente de pensamiento que ha dominado la filosofía durante más de mil años en occidente, así como para otras religiones monoteístas, el origen del universo es producto de la creación de Dios. En este caso, Dios no sólo le dio forma a lo que existe, sino que creó la materia misma de la nada, ex nihilo.

Este pensamiento no exige que comprendamos. Se trata de una verdad de fe, no de un razonamiento, y su origen se remonta a los textos sagrados cristianos, judíos e islámicos, y es la creencia más extendida actualmente en el mundo. De acuerdo con esta idea, Dios no sólo creó todo lo que existe, sino también la forma en que se combina y se transforma, y el modo en el cual se desintegra. A pesar de ello, el universo no está hecho de sustancia divina, sino de una sustancia diferente de la sustancia de Dios.

 

2. Esta actividad te ayudará a mantener la concentración, interpretación y comprensión de lectura en un buen nivel.

Una sustancia inmóvil

 

El principio y el primero de los entes es inmóvil tanto en sí mismo como accidentalmente pero produce el movimiento primero, eterno y único. Y puesto que todo lo movido es movido necesariamente por algo, y el primer motor es necesariamente inmóvil en sí el movimiento eterno tiene que ser movido por algo que sea eterno, y el movimiento único por algo que sea uno, pero vemos que además de la simple traslación del universo que decimos producida por la sustancia primera e inmóvil hay otras traslaciones eternas, que son las de los planetas (pues el cuerpo que se mueve circularmente es eterno e incesante en su movimiento), es necesario también que cada una de estas traslaciones sea producida por una sustancia inmóvil en sí y eterna. Siendo, en efecto, la naturaleza de los astros cierta sustancia eterna, también el motor será eterno y, anterior a lo movido y lo anterior a una sustancia será necesariamente una sustancia.

Aristóteles, Metafísica, libro XII.

           

El siguiente párrafo es la continuación del documento de Aristóteles que acabas de leer.

Leo y completo los espacios en blanco con las palabras del recuadro según considere conveniente para construir un texto coherente.

 

( orden - inmóviles - causa - sustancias – primera)

 

“Está claro, por consiguiente, que tiene que haber otras tantas_____________ eternas por naturaleza e _________ en sí, y sin magnitud, por la ___________ anteriormente dicha. Así, pues, está claro que son sustancias, y que cada una de ellas es___________ y otra segunda según el mismo __________ de las traslaciones de los astros”.

 

BIBLIOGRAFÍA: SERRANO López, Federico G. Filosofía I. Santillana, Bogotá. 2006.

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